En total manejaron alrededor de diez horas y nadie se dio cuenta. Incluso, según trascendió, al cargar combustible le pidieron dinero prestado a una persona que hacía dedo y levantaron en la ruta.
Caso “difícil de caratular”
Los efectivos policiales de Bahía Blanca pudieron emprender el operativo de rescate luego de que uno de los niños enviara un mensaje desde su celular, lo que permitió captar la señal.
Conforme a lo que se pudo saber, el mensaje era para una amiga que reside en esa ciudad y la querían “pasar a saludar”. Pero el objetivo era seguir viaje y llegar finalmente a Rosario, donde vive la mamá de uno de los dos.
La Fiscalía N°20 abrió una causa, pero informaron que el caso es “difícil de caratular” debido a que los nenes escaparon en el auto al padre de uno de ellos y ese hecho no figura como un delito, indicó Rosario3.
El drama detrás del caso
Por otra parte, el padre de uno de los chicos de 12 años que el fin de semana se subieron a un auto, salieron a la ruta y fueron encontrados casi seis horas después, a 450 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca, explicó los motivos que llevaron a su hijo a “embarcarse en una locura”.
No fue una travesura. Así lo aseguró Juan, el papá de I., quien en diálogo con TN explicó: “Su intención era llegar a Rosario para ver a su mamá, que lo abandonó hace seis meses”. “No lo justifico, pero el nene quiere ver a su madre”, afirmó.
Llamado de la madre
El hombre, que quedó a cargo solo de sus tres hijos, contó apenado que su exmujer “conoció a una persona por TikTok, dejó al nene en la casa de un tío y se fue”. “Él obviamente la extraña”, lamentó Juan.
De acuerdo a su relato, el viernes por la noche había visto con su hijo la película Rápidos y Furiosos y al parecer, ese mismo día más temprano, el chico había recibido un llamado de su madre.
“Se ve que ella le dijo dónde estaba y él se embarcó en una locura”, sostuvo el papá de Isaías, y agregó: “Una fantasía en su cabeza que lamentablemente, ahora, trae muchas consecuencias”.
“Se la mandó en grande”
Por otro lado, el hombre contó que su hijo estaba acostumbrado a manejar karting en circuito cerrado y que días atrás le había pedido que lo acompañara a “dar una vuelta en un descampado”. Aun así, es consciente del peligro que corrió y cuestionó a las autoridades por la falta de controles en la ruta.
“Los chicos pararon en una estación de servicio y cargaron nafta”, apuntó indignado. Por último, Juan, que todavía no pudo reunirse con su hijo tras la intervención de la Justicia, expresó: “Sabe que se la mandó en grande, está consciente de eso y tiene miedo”.