La Federación Médica de Entre Ríos (Femer) difundió un comunicado en el que se advierte que “las variables de ajuste del sistema son los honorarios de los profesionales y el bolsillo de los pacientes”.
En este marco, aseguraron que en todo el país “hay sanatorios que desaparecen, prepagos que se achican y médicos que se van”. Insistieron con la necesidad de instrumentar una reforma sanitaria.
El comunicado -elaborado por la Confederación Médica de la República Argentina (Comra) y replicado por la Femer- brinda un panorama del estado de situación por el que atraviesa la salud en el país. En este sentido, advirtieron que “a lo largo y ancho del país cada día se nota más el abandono y el creciente malestar que sufren los pacientes por el deterioro en la asistencia sanitaria”.
“A esto se suman los problemas de acceso a las prestaciones más elementales, de las que se tienen que hacer cargo. Al mismo tiempo, los integrantes del equipo de salud manifiestan su descontento por las condiciones inapropiadas para atender a los pacientes, por la violencia de la cual son víctimas y por el atraso en el pago de sus honorarios y falta de actualización salarial”.
“En definitiva, las variables de ajuste del sistema son los honorarios de los profesionales y el bolsillo de los pacientes. También hay sanatorios que desaparecen, prepagos que se achican y médicos que se van. Sin presupuesto público suficiente o mal administrado y sin financiamiento privado, la salud está en quiebra”, sostuvieron.
“Desde la Compra venimos denunciando esta situación desde mucho antes de la pandemia, y creíamos que cuando terminara mejorarían la atención y las condiciones de trabajo en el sector salud. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario, motivo por el cual hoy hay tantos reclamos. El resultado es que los médicos más capacitados migran a otros países por mejores condiciones laborales y los que deciden quedarse abandonan las cartillas de las obras sociales y de los prepagos. Algunos, de mayor experiencia, renuncian y los más jóvenes, no cubren los cargos del sector público por las malas condiciones de trabajo y los magros salarios”, dijeron al dar cuenta del estado de situación.
“La carencia de médicos especialistas en áreas críticas, que se observa en especial en los hospitales y en la Seguridad Social, hace que los turnos se dilaten en el tiempo, aumentando el riesgo de oportunidad en el tratamiento de los pacientes y en el caso de aquellos que pueden, el costo de pagar una consulta”, afirmaron luego.
“Lamentamos sobremanera la falta de planificación sanitaria que hay en la actualidad en todos los niveles de gestión. Desde nuestra institución venimos propiciando una reforma sanitaria sin ser escuchados.
Pero lo más preocupante es cuando avizoramos un futuro cercano: en el discurso de los candidatos para las próximas elecciones no existe ningún tipo de referencia a la política sanitaria y además se desconoce qué proponen las distintas plataformas de los partidos que actualmente se disputan el poder.
Observamos atónitos cómo esos discursos se encuentran alejados totalmente de las necesidades de la población, sin pensar en la prevención y cuidado de la salud, dejando totalmente desamparados a los más vulnerables, a aquellos que dicen proteger con sus políticas”.
“Hoy, después de la pandemia estamos peor que antes, cuando todos suponíamos que íbamos a salir con un sistema de salud más robusto y eficiente del que teníamos, y al cual desde hace décadas veníamos denunciando y proponiendo reformas. Tenemos derecho a la protesta porque dejamos a muchos colegas y compañeros de trabajo en el camino y hoy vemos desvalorizada nuestra labor”, expresaron.
Por último, recordaron que “la salud es un derecho humano fundamental, por lo menos desde que existen las sociedades y los Estados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inobservancia de este derecho, por parte del Estado puede llevar a consecuencia sanitarias graves. Con recursos escasos, sin propuestas y sin debate, el destino inminente del sistema sanitario argentino es la quiebra”.