El comerciante Javier Martínez, oriundo de Federal, ha sido víctima de un lamentable robo en su local de joyería corporal de alta calidad (colocación de piercings), en Concordia. Con más de 15 años en el mundo del comercio, Javier ha experimentado diversas etapas en su vida laboral, desde ejercer como enfermero durante casi una década hasta dedicarse al emprendimiento junto a su esposa en la actualidad.
El negocio, ubicado en la calle Urdinarrain 257, casi esquina a Brown, ha sido blanco de la delincuencia el último fin de semana, dejando pérdidas significativas. El robo ocurrió en un sábado a la madrugada, cuando los ladrones irrumpieron en el local, destrozando la vidriera con un adoquín y sustrayendo una computadora valuada entre 400 y 500 mil pesos, además de joyería y mobiliario de alta calidad.
“Nos duele en el bolsillo con la situación que estamos pasando hoy”, expresó Javier, consciente de que la pérdida asciende entre 800 mil y un millón de pesos. La pareja de comerciantes, que vende joyería corporal hipoalergénica y de cristalería, ha invertido fuertemente en su emprendimiento y ha luchado para establecer un negocio próspero.
Este hecho delictivo ha afectado gravemente sus planes de disfrutar unas merecidas vacaciones en familia, un momento anhelado para dedicarse a su esposa y su hijo de tres años. La pérdida económica, el tiempo invertido en trámites y el estrés psicológico han dejado un impacto negativo en la familia, así como en el ámbito social y familiar. No obstante, a pesar de la denuncia realizada por Javier, la situación ha sido frustrante debido a la burocracia y a la falta de resultados por parte de las autoridades.
La zona donde se encuentra el local ha sido escenario de otros actos delictivos recientes, lo que aumenta la preocupación de los comerciantes locales. Aunque cuentan con cámaras de seguridad en el local, las mismas no han sido suficientes para detener a los ladrones ni para que las autoridades actúen con prontitud.“Emprender a nosotros nos ha cambiado rotundamente la vida, pero también hemos enfrentado desafíos que no merecemos”, señaló Javier. A pesar de las adversidades, él y su esposa están decididos a seguir adelante con su emprendimiento y aportar a su comunidad.
Esperan que las autoridades tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad en la zona y evitar que otros comerciantes pasen por la misma situación. Por ahora, permanecen a la espera de que las investigaciones avancen y se tomen acciones concretas para frenar la delincuencia que afecta su negocio y tranquilidad familiar.
El Heraldo