El ataque ocurrió hoy, cerca del mediodía, en Casilda y Solís —en barrio Ludueña—. Los vecinos dijeron haber identificado a uno de los sicarios que protagonizaron el ataque.
Cerca del mediodía de este martes fue atacado a tiros el frente de una casa que está ubicada a 40 metros de la comisaría 12ª de barrio Ludueña, en la zona noroeste de Rosario. En el lugar baleado funciona los lunes, viernes y sábados un merendero que asiste alimentariamente a chicos desde los 2 años hasta su adolescencia.
La balacera fue perpetrada por dos sicarios que se desplazaban en una moto, posiblemente una Honda Titán, según indicaron investigadores policiales a Infobae. Algunos vecinos lograron reconocer al sospechoso que conducía el vehículo, e incluso comentaron que vive en el barrio.
La fachada del merendero tenía cinco orificios de arma de fuego. Personal de la Agencia de Investigación Criminal fue enviado al lugar para tomar testimonios, relevar cámaras de videovigilancia y levantar el material balístico.
“Nosotros trabajamos en la iglesia. Nos avisaron los vecinos. Vine para darle los datos a la Policía. Esto es constante acá, pero hoy nos tocó. Esto pertenece a la Iglesia Comunidad Cristiana, tenemos merendero los lunes y los viernes. Los sábados tenemos un comedor”, expresó a Canal 3 una colaboradora del lugar.
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La mujer afirmó que la balacera no era para el merendero. “Hace cinco años que estamos acá, nos conocen. Evidentemente, era una venganza entre ellos, los vecinos del pasillo. Los chicos los conocen (a los atacantes), son de acá. Creo que tienen una foto suya”, aseguró.
“No había nadie. Esto fue a las 11 de la mañana. Tenemos la comisaría acá enfrente. Recién hablé con los policías, me dicen que son tres agentes y que dependen de la gestión política para poder intervenir. Vinieron a sacar fotos. Yo tengo que esperar a que abran y vean si está todo bien. Lo único que me preocupa es la garrafa que tiene el merendero, pero no creo porque está más atrás”, señaló la mujer.
La colaboradora del merendero contó que en ese lugar dan alimentos a nenes desde sus dos años hasta su adolescencia, pero añadió que los sábados dan 150 raciones de comida a todo el barrio. “Damos mucha asistencia, sobre todo a mucha gente grande, a viejitos”, enfatizó.
“Esto es una venganza con los chicos del pasillo. Son problemas por deudas o por la venta de droga, por los narcos. Nosotros nunca tuvimos un atentado, pero sí unos metros más adelante, a la vuelta. Esto es constante”, remarcó al tiempo que concluyó: “Esto es terrible. Nosotros venimos poco, no conocemos mucho. Estamos con la gente. No vemos la venta, pero se sabe. Es complicado de hablar”.
La colaboradora de la iglesia expresó: “Acá vemos mucha violencia. La que hay en todos los barrios, pero acá hay miseria humana. Se perdió el valor por la vida. Es muy triste. Los chicos están mal”.
El barrio Ludueña, donde tuvo lugar la balacera de este martes, es uno de los territorios con mayor cantidad de ataques a tiros y homicidios en los últimos tres años en el departamento Rosario, según los informes del Observatorio de Seguridad Pública.
La comisaría 12ª, que está a pocos metros del merendero atacado, fue noticia en abril pasado, cuando su fachada fue vallada por decisión del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, ya que era una de las seccionales con los frentes vidriados que se temía que fueran blanco de atentados.