En torno a la celebración, varios emprendedores y comerciantes instalaron sus stands para ofrecer productos de todo tipo, mientras que la comunidad se acercó en los días previos, durante y después de la festividad para pedir por empleo, prosperidad y la bendición del santo.
La tradicional caminata mostró el compromiso y la devoción de los fieles, que partieron desde distintos puntos de la ciudad para llegar hasta Villa Zorraquín, donde se vivieron momentos de profunda emoción. Allí, las plegarias se centraron en pedir más pan y trabajo, así como en agradecer y solicitar la conservación de lo que ya se tiene.
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